En Ushuaia, los niños que participan de la propuesta recreativa, realizan juegos diurnos y nocturnos, búsqueda de tesoro y los infaltables fogones, además comparten las clásicas comidas campamentiles y se duermen al calor de la salamandra.
Durante el transcurso de la tarde, junto a sus profesores, todos los niños se trasladan al destino desde su escuela, y se apropian de la cabaña, donde realizan actividades de montaña como trepadas o Tirolesa.
Tambien realizan caminatas y se divierten juntando la leña para el fogón y algunas piedras para realizar diferentes colecciones y juegos.
Cuando llega la noche y las sombras cubren de encanto el lugar, comienzan los juegos nocturnos que contagian de alegría a todos los participantes. En estos se cantan viejas canciones acompañados de diferentes instrumentos musicales.
Es importante destacar que la actividad, esta asistida por coordinadores y profesores, que se ocupan afanosamente de las provisiones y alimentos para los niños.
El refugio de la base cuenta con encargados, que colaboran con las tareas y mantienen el lugar, siempre limpio y cálido, para que las actividades se desarrollen en óptimas condiciones.
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